Consejos para Opositores

Cómo prepararte para las oposiciones a funcionario: guía práctica para no rendirte en el camino

15 min de lectura
Cómo prepararte para las oposiciones a funcionario: guía práctica para no rendirte en el camino

¿Estás pensando en opositar? Esto es lo que me habría gustado que me dijeran antes de empezar:

  • Validar si opositar encaja contigo hoy (tus motivos reales y tu coste de oportunidad).
  • Cómo elegir bien el proceso: leer bases, plazos y requisitos sin agobios, y entender con claridad tu convocatoria.
  • Cómo montar un plan semanal que se sostenga en el tiempo, incluso si trabajas o tienes familia.
  • Cómo pasar de lo pasivo a lo activo: técnicas que funcionan (repasos espaciados, simulacros medibles, flashcards).
  • Cómo cuidar tu motivación con hábitos simples y herramientas concretas, sin añadir presión innecesaria.

Por qué te entiendo (y qué no te van a contar las academias)

¿Te estás planteando presentarte a una oposición y no sabes por dónde empezar? ¿Sientes que todo el mundo habla de oposiciones a funcionario pero nadie te explica cómo encajarlas en tu vida real, con trabajo, familia y cansancio acumulado? Te entiendo. Yo empecé igual: imprimí las bases, subrayé la mitad y, a los diez minutos, ya estaba pensando si aquello era para mí. La primera semana me autoengañé con “mañana empiezo en serio”. ¿Te suena?

Lo que casi nunca se cuenta es que preparar una oposición no es solo estudiar: es gestionar energía, expectativas y miedos. Por eso aquí no te venderé fórmulas mágicas. Te hablaré como oponente que estuvo en tu lugar y que consiguió levantar un plan sostenible a largo plazo. Vamos a aterrizar cómo prepararte oposiciones sin perderte en consejos genéricos y, sobre todo, sin romper tu motivación cuando el temario pesa.

Cómo te va a ayudar en 2025

Mi objetivo es darte una guía práctica y honesta para que arranques con seguridad y no abandones a la mitad.

Para que veas cómo bajar todo esto a tierra, te pondré ejemplos reales, como cuando preparé administrativos y convertí cada tema en pruebas cortas y tarjetas de errores; pasé de sentirme abrumado a medir mi avance con números. También te mostraré cómo enfocar búsquedas específicas (p. ej., “opositar en administrativo en una ciudad en particular”) para filtrar ruido y tomar decisiones rápidas.

Si necesitas una guía directa, de tú a tú, este post es para ti. Empezamos por decidir si esta es tu carretera ahora mismo y, si lo es, cómo recorrerla paso a paso sin quemarte.


🧭 Paso 1: Evalúa si las oposiciones son para ti

Conoce tus motivaciones reales (y tus miedos)

Cuando me planteé opositar en serio, hice un ejercicio que me cambió el rumbo: escribir en una hoja dos columnas, “Por qué quiero hacerlo” y “Qué me da miedo”. En la primera aparecieron palabras como estabilidad, servir a la ciudadanía y previsibilidad; en la segunda, dudas sobre si sería capaz, si tendría tiempo y si de verdad me gustaba el contenido. Te propongo lo mismo: diez minutos sin filtro. Después, elige tu razón ancla (la que te sostendrá cuando cueste) y tu miedo prioritario (el que vas a trabajar primero).

  • Razón ancla: “Quiero estabilidad para conciliar y crecer en un proyecto a largo plazo”. Escríbela en un post-it; léela antes de cada sesión.
  • Miedo prioritario: “No tengo base suficiente”. Plan de choque: un mes de fundamentos (Constitución, procedimiento, organización), sin obsesionarte con memorizar al detalle.

¿Te suena entrar en bucle con vídeos y foros sin empezar? A mí me pasó. Salí de ahí el día que acoté mi objetivo: “voy a prepararme oposiciones de administrativos de forma sostenida durante tres meses y luego decidiré si sigo”. Compromisos cortos, evaluaciones honestas.

Analiza el mercado de empleo público 2025 y el “coste de oportunidad”

Antes de casarte con una oposición, mira el tablero de 2025: qué cuerpos están convocando, qué ratio de plazas/candidatos suele haber, qué tipo de pruebas te esperan (test, supuestos, desarrollo, idiomas, psicotécnicos, físicas) y cuánto tarda el proceso. Esto te sitúa en la realidad de las convocatorias de oposiciones 2025 y evita decisiones impulsivas.

Ahora, el concepto que me salvó tiempo y frustración: coste de oportunidad. Tradúcelo a horas y meses. Ejemplo rápido:

  • Situación: trabajas a jornada completa y puedes estudiar 90 minutos al día entre semana + 3 horas el sábado (total ~10,5 h/semana).
  • Meta trimestral: 12 semanas x 10,5 h ≈ 126 horas. Con ese presupuesto, ¿qué oposición encaja mejor? ¿Una con temario nuclear y prueba tipo test o una con varios ejercicios escritos?
  • Decisión informada: si el temario es muy denso o hay varios ejercicios, quizá necesites ampliar a 14–16 h/semana o elegir un cuerpo con pruebas más alineadas contigo.

Yo descarté una oposición preciosa “de nombre” porque, al hacer números, necesitaba 20 h/semana sostenidas que no podía cumplir sin romper mi vida. No fue rendirme; fue estrategia. Si buscas oposiciones funcionario con mayor encaje, filtra por requisitos y formato de examen; alinear expectativas ahora te ahorra meses.

Señales de alerta para no equivocarte de oposición

  • No te gusta el contenido y solo te atrae el salario o el prestigio. Si aborreces el temario, estudiarás a la contra.
  • Plazos irreales: te marcas aprobar “en 6 meses sí o sí” sin horas suficientes. El calendario manda; tu plan debe ser viable.
  • Desencaje con tu perfil: hay prueba física o idioma que no piensas trabajar. Mejor cambiar a tiempo que autoengañarte.
  • Dependes de la motivación del “día bueno”. La constancia gana; si tu sistema depende del ánimo, rediseña el plan.

Mini test de validación (7 días): elige dos temas, estúdialos con técnica activa (esquema + 50 preguntas tipo test) y mide resultados. Si tras una semana odias el proceso y los números no se mueven nada, quizá no sea tu oposición; si, aun con errores, notas progreso y curiosidad, vas por buen camino.

Con este filtro inicial, entrarás en la siguiente fase con menos ruido y más foco. Ahora sí, pasemos a elegir bien la oposición y a leer una convocatoria como lo haría un profesional.


🗂️ Paso 2: Elige bien la oposición y entiende la convocatoria

Leer las bases como si fuera un contrato

La primera vez que abrí unas bases en el BOE me pasó como a muchos: las hojeé por encima, marqué la fecha del primer ejercicio y me puse a estudiar “a lo loco”. Error. Desde entonces trato las bases como un contrato entre la Administración y yo. ¿Qué firmamos cada parte? Requisitos, sistema de selección, número de ejercicios, temario, criterios de corrección, plazos, tasas y méritos.

Mi método es simple y te lo recomiendo para prepararte oposiciones sin sorpresas:

  • Imprime o guarda en PDF las bases y crea un resumen de una página con: requisitos, estructura de exámenes, temario, fechas y documentación.
  • Sistema de acceso: libre, estabilización, promoción interna… cambia la competencia y los méritos.
  • Ejercicios y puntuación: ¿tipo test, desarrollo, supuesto práctico, psicotécnicos, idiomas? ¿Hay penalización por fallo?
  • Temario: número de temas y bloques. Señala qué parte pesa más en el examen.
  • Plazos: solicitud, listas provisionales/definitivas, examen. Pon alarmas.

Si no puedes explicar las bases en cinco minutos, todavía no las dominas. Yo no estudio nada a fondo hasta poder “contarle” a alguien cómo será mi examen con detalle. Esta disciplina te ahorra horas y frustración.

Ejemplo de oposición que te interesa

Imagina que buscas oposiciones administrativos Madrid 2025. Aquí es donde muchas personas se pierden entre AGE, Comunidad y Ayuntamientos. Mi enfoque:

  • Concreta la Administración: ¿Estado (AGE), Comunidad de Madrid o Ayuntamiento de Madrid? Cada una cambia el temario, el tribunal y el calendario.
  • Define el cuerpo y subgrupo (p. ej., C1 Administrativos o C2 Auxiliares). Esto determina requisitos y nivel del temario.
  • Lista de ejercicios real: ¿uno o dos tests? ¿Hay supuesto práctico? ¿Se corrige con -0,33 por fallo?
  • Materiales alineados: temario y test específicos del órgano convocante (no te vale un “genérico” si hay particularidades del ámbito madrileño).

Cuando yo empecé con administrativos, mi error fue comprar un material “multiopción” que servía para varios cuerpos. Sonaba bien, pero acabé estudiando cosas que no entraban. En oposiciones de funcionario, la precisión es oro. Elige una diana pequeña y apunta ahí.

Calendario, plazos y documentación sin agobios

La ansiedad por las fechas se reduce con sistema, no con memoria. Esto es lo que uso (y te servirá para cualquier convocatoria de oposiciones 2025):

  • Calendario doble: uno académico (estudio y repasos) y otro administrativo (solicitud, tasas, alegaciones, examen). Dos colores, cero líos.
  • Recordatorios: crea avisos a -30, -15 y -3 días de cada plazo. A mí me salvó en una convocatoria con listas provisionales.
  • Carpeta digital con DNI, títulos, justificantes de tasas, certificados y resguardo de presentación. Nómbralos con fecha y tipo.
  • Control de ediciones: si publican correcciones o anexos, anota la fecha y qué cambia (temario, criterios, sedes).

Tip rápido: dedica un “bloque administrativo” semanal de 20 minutos. Nada de improvisar a las diez de la noche. Un día casi pierdo un plazo por confiar en mi cabeza; desde entonces, alarmas y checklist. Menos épica, más método.

Con la oposición y la convocatoria claras, ya podemos construir un plan que se sostenga en el tiempo. En el próximo paso veremos cómo convertir todo esto en horas reales, repasos efectivos y avances medibles sin quemarte.


🧩 Paso 3: Un plan de estudio que se sostiene en el tiempo

Agenda mínima viable (si trabajas o tienes familia)

Cuando empecé a preparar mis oposiciones de funcionario, lo primero que hice fue dejar de fantasear con “8 horas diarias” y diseñar una agenda mínima viable. Prefiero cumplir siempre 90 minutos que prometer 4 horas y hacerlo dos días. Este fue mi marco y te lo recomiendo:

  • Mínimo no negociable: 90 minutos/día de lunes a viernes + 3 horas el sábado. Si puedes más, genial; si no, el mínimo se cumple pase lo que pase.
  • Bloques de alta energía: coloca el estudio cuando rindes mejor (en mi caso, temprano). No luches contra tu biología.
  • Un tema, un objetivo: define qué significa “terminar” (esquema + 30 preguntas tipo test del tema). Acabar es acabar, no “estar un rato”.
  • Domingo de repaso y planificación: 45–60 minutos para ajustar la semana, sin culpa por lo no hecho: solo datos y ajustes.

Ejemplo real que me funcionó para prepararte oposiciones con vida ajetreada:

  • L–V: 06:45–07:30 (45’) + 21:30–22:15 (45’) = 90’ diarios.
  • Sábado: 10:00–13:00 (3 h) simulacro/repasos.
  • Domingo: 45’ revisión de errores + planificación de la semana.

¿Te suena aquello de “hoy no puedo, ya recuperaré el fin de semana”? Yo me metía en esa trampa. La salida fue el mínimo no negociable diario: poco pero constante. La constancia es tu mejor técnica de estudio para oposiciones.

Técnica Pomodoro “elástica” + descansos inteligentes

Usé un Pomodoro “elástico” para no romper el foco cuando estaba en racha: 40–45 minutos de concentración + 10 de descanso. Si el tema se hacía bola, pasaba a 25/5. La clave es el ritmo, no el cronómetro. Mis reglas prácticas:

  • Sin notificaciones (modo avión). El móvil mata más horas que el temario.
  • Descansos activos: agua, estiramientos, mirar lejos. Nada de redes (tu cerebro no descansa).
  • Preparar el bloque: antes de empezar, 2’ para decidir exactamente qué harás (p. ej., “esquema del Título IV + 20 test”).
  • Cerrar con un gesto: deja a mano la primera pregunta del siguiente bloque. Empezar mañana será más fácil.

Anécdota: en administrativos, me atascaba con procedimiento. Cambié a bloques cortos 25/5, con objetivo mínimo: “leer artículo, reescribir con mis palabras, 5 preguntas”. En dos semanas, el tema que odiaba dejó de frenarme.

👉 Por cierto, si quieres ampliar este tema, te dejo este enlace sobre como aplicar la técnica de Pomodoro en temarios para oposiciones.

Repaso espaciado y ciclos de consolidación

Sin repaso, olvidarás. La solución es el repaso espaciado. Mi ciclo favorito es 1–3–7–14 días. Cada acierto refuerza; cada fallo genera una flashcard que volverás a ver. Así lo operativizo:

  • Día 0: Estudio activo del tema (esquema + 30–50 test).
  • Día 1: Repaso rápido (10–15’) + 10–15 test centrados en fallos.
  • Día 3: Microrepaso (subrayados clave) + 20 test mezclados.
  • Día 7: Simulacro corto del tema (25–30 preguntas) + fichas de error.
  • Día 14: Simulacro largo (40–50) + actualización de fichas.

Herramientas que me ayudaron: flashcards (Anki o similar), un cuaderno de “errores frecuentes” y un registro de aciertos (%). Ver cómo sube ese porcentaje fue gasolina para mi motivación en oposiciones.

💡 Tip extra: guarda tus métricas en una hoja simple (tema, fecha, nº preguntas, aciertos, %). Si una semana flojea, no dramatices: ajusta los bloques y vuelve al mínimo no negociable. Paso a paso.


🔋 Paso 5: Motivación y hábitos para no rendirte

Energía: sueño, ejercicio y alimentación “pro-estudio”

Cuando me quedaba sin gasolina, no era por falta de ganas, era por falta de energía utilizable. Si quieres sostener las oposiciones de funcionario en el tiempo, la motivación necesita un cuerpo que acompañe. Lo que me funcionó fue pensar en “depósitos”: sueño, movimiento y comida sencilla.

  • Sueño que suma: me puse una “alarma de acostarme” 8 horas antes de la hora de levantarme. La rutina fue mínima: ducha rápida, preparar el escritorio y móvil en modo avión. Dormir mejor subió mis aciertos sin estudiar más.
  • Movimiento corto: 10–15’ de caminar rápido o estiramientos antes del primer bloque. No es gimnasio, es activar el cerebro. En días duros, 5’ de movilidad ya me cambiaban el humor.
  • Comida que no pesa: agua a mano, café temprano (no a última hora), y platos simples que no me daban bajón. Nada “perfecto”, solo “que me siente bien para estudiar”.

Si estás en fase de prepararte oposiciones y además trabajas, blindar estos tres depósitos es más efectivo que buscar la técnica milagrosa. La técnica funciona cuando tú funcionas.

Ritual anti-bloqueo en 10 minutos

¿Te sientas y te quedas mirando el título del tema? A mí me pasaba. Creé un ritual de 10’ para desbloquearme:

  • 2’ Respirar y reset: postura cómoda, 10 respiraciones lentas. Mando la señal de “ahora estudio”.
  • 3’ Volcado en papel: apunto lo que me preocupa (tareas, dudas, fechas). Cierro el cuaderno: ya está “fuera”.
  • 3’ Micro-objetivo: defino algo tan pequeño que sea ridículo no hacerlo (p. ej., “leer un artículo y explicarlo en 4 líneas”).
  • 2’ Reloj en marcha: activo un temporizador y hago solo eso. Casi siempre, al terminar, ya puedo encadenar con el resto.

Con este ritual rompí la parálisis previa al estudio. La motivación llega después de empezar, no antes. Es una de mis mejores técnicas de estudio para oposiciones cuando el día viene torcido.

Plan B para semanas malas (sin culpas)

En épocas con picos de trabajo o familia, mi plan A (90’ al día) no siempre salía. Antes me machacaba; ahora activo el Plan B sin drama:

  • Mínimo no negociable: 20–30’ de tarjetas y 10–15 preguntas tipo test. Mantiene el hilo y evita perder el hábito.
  • Regla 2/3: de cada tres días difíciles, al menos dos con mínimo no negociable. El tercero, descanso real.
  • Semana de “mantenimiento”: si hay crisis, convierto toda la semana en repaso ligero. No avanzo temario, pero no retrocedo.
  • Reinicio limpio: el domingo, 30’ para planear la vuelta. Sin culpas ni deudas; solo agenda realista.

Cuando preparaba administrativos y coincidió el cierre de trimestre en el trabajo, pasé diez días haciendo solo mínimos y repasos. No avancé, pero no perdí ritmo. Al volver, mi porcentaje de aciertos estaba casi igual. Eso me demostró que la motivación en oposiciones se protege con sistemas, no con discursos épicos.

Si te ayuda, conecta tu porqué con el calendario: revisa las convocatorias oposiciones 2025 y marca el mes estimado de examen. Darle fecha a tu objetivo convierte el “algún día” en “hoy toca hacer el mínimo”. Pocos días sumados consistentemente son mejores que un maratón cada dos semanas.


🧰 Paso 6: Materiales, apps y comunidad que suman

Temario oficial vs. actualizado (y cómo no perderte entre PDFs)

En mis primeras oposiciones de funcionario me equivoqué por empezar con un temario “bonito” pero desactualizado. Desde entonces sigo esta regla: oficial primero, comercial después. Mi flujo es simple:

  • Base oficial: descargo la convocatoria y el temario del órgano convocante. Subrayo con colores: requisitos, estructura del examen, temas.
  • Contraste: comparo con un temario comercial solo para explicaciones y ejemplos. Si hay discrepancias, manda lo oficial.
  • Registro de cambios: llevo una nota con fecha y “qué ha cambiado” (artículos, criterios, anexos). Evita estudiar algo derogado.

💡Tip práctico para 2025: cuando revises tu convocatoria, anota en tu hoja de ruta la fecha de última actualización del temario y un recordatorio mensual para comprobar si hay correcciones. Menos caos, más seguridad.

Apps que me funcionan (elige una por categoría y no te líes)

No necesitas el “arsenal perfecto”, necesitas un stack mínimo que no te robe tiempo. Esto es lo que uso o he usado y cómo lo integro con mis técnicas de estudio para oposiciones:

  • Calendario (Google Calendar / Apple Calendar): bloqueos de estudio y plazos administrativos de la convocatoria. Dos colores, dos calendarios.
  • Gestor de tareas (Todoist / Things / Microsoft To Do): “siguiente acción” por tema (ej.: “T4: esquema + 30 test”). Sin listas infinitas.
  • Flashcards (Anki / RemNote): tarjetas solo de errores y definiciones clave. Repasos 1–3–7–14 días. Aquí es donde sube el % de acierto.
  • Notas (Obsidian / Notion / OneNote): apuntes tipo “Feynman” (explico el concepto en 4 líneas) + registro de simulacros.
  • Mapas mentales (XMind / MindMeister): estructura de un tema denso en 10’. Si no cabe en un mapa simple, lo estoy complicando.
  • Enfoque (Focus To-Do / Forest / reloj simple): Pomodoro elástico 40/10 o 25/5. Sin notificaciones.
  • Almacenamiento (Drive / Dropbox): carpeta “Convocatoria” con subcarpetas: Bases, Temario, Simulacros, Justificantes.
  • Tests y exámenes: para practicar legislación, sin duda aquí encontrarás la mejor plataforma de tests para opositar GRATIS, con miles de preguntas actualizadas por tema.

🥇 Regla de oro: una app por función. Cambiar de herramienta cada semana mata la motivación en oposiciones. Elige y mantén.

Estudia acompañado: pareja de responsabilidad (15’ a la semana)

Lo que más sostuvo mi constancia no fue una app, fue una persona. Cada domingo hacía un check-in de 15’ por videollamada con otro opositor:

  • Revisión rápida: ¿semanal cumplida? (sí/no, sin excusas).
  • Dato único: % del último simulacro o nº de tarjetas repasadas.
  • Enfoque de la semana: una sola mejora (p. ej., lectura fina en preguntas “EXCEPTO”).

Sin terapia, sin juicio. Solo datos y siguiente paso. Si no tienes con quién, usa un grupo reducido (3 personas máximo) o busca foros específicos de tu oposición. En mi caso, cuando uno flojeaba, el resto empujaba; y cuando todos flojeábamos, volvíamos al mínimo no negociable.


🧠 Paso 7: Técnicas de estudio para oposiciones que sí funcionan

Activo → pasivo: test, esquemas y flashcards

La mayor palanca que encontré no fue estudiar más, sino estudiar mejor. Pasé de subrayar eternamente a un modelo activo: leo para producir (esquema, test o tarjeta). Así evito la falsa sensación de progreso.

  • Esquema en 10’: título, 3–5 ideas clave y artículos “ancla”. Si no cabe en una cara, está demasiado denso.
  • Test inmediato: 20–30 preguntas del tema en cuanto cierro el esquema (en papel o simulador). Las respuestas erróneas generan fichas.
  • Flashcards (tipo Anki): cara A “¿Qué dice el art. 14 de la CE?”, cara B “Igualdad ante la ley…”. Repasos espaciados automáticos.

Anécdota: con procedimiento administrativo me atascaba. Decidí que cada artículo estudiado “nacía” ya con una tarjeta y una pregunta tipo test. A la semana mi % de acierto subió sin aumentar horas. Este enfoque encaja muy bien si estás preparándote oposiciones con poco tiempo.

Método Feynman y regla 80/20 del temario

Cuando un tema no me entraba, aplicaba Feynman: explicarlo como si se lo contara a alguien sin base. Si no puedo explicarlo simple, no lo domino. Mi guion:

  • Define el concepto en 4 líneas con tus palabras.
  • Ejemplo real (p. ej., cómo se aplica un trámite de audiencia).
  • Conecta con otras normas (qué artículo lo respalda, qué excepción hay).

Después, 80/20 del temario: ¿qué 20% me da el 80% de puntos? En administrativos, prioricé Constitución, organización del Estado y procedimiento; pero cada temario es diferente, debes analizar bien tu convocatoria, consultar exámenes anteriores y analizar que es lo más importante. No es dejar el resto, es ordenar el esfuerzo.

Simulacros y métricas: cómo saber si mejoras

La motivación no nace del discurso, nace de ver números. Por eso cada sábado hacía un simulacro y medía tres cosas:

  • % de aciertos (objetivo semanal: +2–3 puntos, no milagros).
  • Tiempo por bloque (¿llego, me sobra o me falta?).
  • Mapa de errores (tres causas: conocimiento, lectura rápida, distracciones).

Plantilla simple que me funcionó:

  • Simulacro 50 preguntas: 35 aciertos, 10 fallos, 5 en blanco → 70%.
  • Errores por causa: 6 conocimiento (van a flashcards), 3 lectura (entrenar subrayado de palabras clave), 1 distracción (modo avión).
  • Acción mínima: repasar tarjetas de esos 6 puntos + 15’ de lectura atenta el martes.

¿Mi consejo?: alterna simulacros “temáticos” (solo un bloque) con “mixtos” (todos los temas). Los mixtos se parecen más al examen y revelan lagunas reales. Si trabajas, puedes hacer micro-simulacros de 15–20 preguntas entre semana; el sábado, uno largo.

Con este sistema activo (esquema → test → tarjetas), la sensación de atasco baja y la motivación en oposiciones sube porque cada sesión deja rastro. No se trata de horas heroicas, sino de producir resultados medibles cada día.

¿Qué significa “errores por causa” (y cómo los clasifico en 10 segundos)?

Cuando corrijo un simulacro, no me quedo solo con el número de fallos: etiqueto cada error por su causa. Así sé qué entrenar la semana siguiente. Uso tres etiquetas simples:

  • Conocimiento (CON): no sabía la norma/dato o lo recordaba de forma incompleta.
    • Síntomas: duda real del contenido, confundo artículos, mezclo conceptos.
    • Ejemplo: fallo una pregunta del art. 21 LPAC porque no recordaba el plazo.
    • Acción: crear/actualizar flashcard, releer el epígrafe y hacer 10–15 test del subtema.
  • Lectura (LEC): el enunciado lo leí mal o me salté una palabra clave (“excepto”, “no”, “siempre”).
    • Síntomas: cambio la respuesta al instante al releer; me precipito en alternativas muy parecidas.
    • Ejemplo: marco la opción correcta con condiciones generales y no la de “todas las anteriores salvo…”.
    • Acción: entrenar subrayado de triggers (NO, EXCEPTO, SIEMPRE, NUNCA), bajar 10–15” el ritmo por pregunta en la próxima sesión y practicar 10 ítems solo de lectura fina.
  • Distracción/Gestión del tiempo (DIST): mente fuera, fatiga, o mala estrategia de tiempo.
    • Síntomas: me quedo en blanco, miro el móvil, agoto tiempo en 2–3 preguntas difíciles.
    • Ejemplo: pierdo 3 minutos en un supuesto y luego fallo 4 preguntas fáciles al final.
    • Acción: modo avión, regla “60–90–120” (abandono a 60–90 segundos y dejo en blanco para volver al final), micro-pausas cada 25–40’ y simulacros con límite de tiempo real.

Mini flujo de decisión

  • ¿Al releer el enunciado lo habría acertado? ➜ LEC.
  • ¿No conocía el dato o confundí el artículo? ➜ CON.
  • ¿Estaba cansado, me dispersé o gestioné mal el tiempo? ➜ DIST.

Cómo lo anoto en mi “mapa de errores”

  • Ejemplo real: 50 preguntas → 35 ✔️, 10 ✖️, 5 en blanco → 70%.
  • Etiquetado: 6 CON, 3 LEC, 1 DIST.
  • Plan de ajuste:
    • CON: 6 tarjetas nuevas + 15 test del subtema débil.
    • LEC: 10 preguntas “trampa” subrayando palabras clave, ritmo más lento.
    • DIST: siguiente simulacro con descansos programados y regla 60–90–120.

La gracia de este sistema es que cada fallo genera una acción concreta. Así, tus números mejoran por algo que controlas (hábitos y práctica), no por suerte.


🎯 Mucha información, ¿cómo aplicarlo?

No necesitas aplicarlo todo a la vez. De hecho, no deberías. Elige una sola idea para esta semana (por ejemplo, el “mínimo no negociable” de 20–30’ o etiquetar los fallos por causa) y haz solo eso. Cuando te salga sin esfuerzo, añade otra pieza (repaso espaciado, simulacro corto, etc.).

La preparación no va de perfección sino de ritmo sostenible. Si un día no llegas, no te castigues: vuelve al mínimo y sigue. Así es como la motivación en oposiciones se mantiene: con victorias pequeñas y constantes, no con jornadas épicas aisladas. Tú puedes, paso a paso.

🔗 Enlaces útiles para opositores principiantes

Estos recursos te pueden ser muy útiles en tu oposición; úsalos para no ir a ciegas.


🏁 Tú puedes, paso a paso

Si has llegado hasta aquí, ya has hecho lo más difícil: decidirte a tomar el control. No hace falta que lo apliques todo hoy; quédate con una idea, ponla en práctica esta semana y observa qué cambia. Cuando yo aprobaba mis mejores semanas no eran épicas, eran normales: mínimo no negociable, un simulacro corto y ajustar lo que fallaba. Sin culpas, con método.

Si un día no puedes, no pasa nada. Mañana vuelves. Si te atascas, reduce el objetivo. Si dudas, relee tu razón ancla. Te dejo con esto que me repetía antes de abrir el BOE o el temario: no se trata de hacerlo perfecto, sino de seguir avanzando. Tú puedes, paso a paso.

¡Prepárate para el éxito!

¿Crees que dominas la Constitución, las leyes y toda la legislación? Pon a prueba tus conocimientos con nuestros tests y asegúrate de que estás listo para tu oposición.

Hacer un test AHORA