Si has llegado hasta aquí, seguramente te estés haciendo la pregunta que muchos se hacen al principio: ¿qué es una oposición? ¿Y eso de “opositar” qué significa exactamente?
No te preocupes, nadie nace sabiendo. En esta guía te explico de forma fácil, sin tecnicismos, todo lo básico para entender cómo funciona el mundo de las oposiciones en España. Desde qué es exactamente, para qué sirven, cómo se accede y qué tipos existen, hasta qué ventajas tienen y cómo puedes empezar desde cero.
Además, te dejo enlaces a otras guías más completas donde podrás profundizar si ya tienes claro el camino que quieres seguir.
¿Empezamos?
¿Qué significa opositar?
Opositar es presentarse a un proceso selectivo para conseguir un empleo público. Es decir, estudiar una serie de temas y superar uno o varios exámenes que te permiten ganarte una plaza fija como funcionario en el Estado, una comunidad autónoma, un ayuntamiento, una universidad o cualquier otra administración pública.
Las personas que opositan se llaman “opositores”, y lo que hacen es prepararse a fondo para destacar frente a los demás candidatos. Porque en una oposición, solo aprueban quienes obtienen mejor nota. No basta con sacar un cinco: hay que estar entre los mejores.
En resumen: opositar es competir por una plaza pública, estudiando un temario oficial, y pasando por unas pruebas que dependen del tipo de puesto al que aspiras.
¿Para qué sirve una oposición?
Una oposición sirve para conseguir un empleo público. Es decir, un trabajo estable dentro de una administración como funcionario o personal laboral fijo.
¿Qué significa esto en la práctica? Que si apruebas y obtienes plaza:
- Tendrás un contrato fijo, no temporal.
- Disfrutarás de estabilidad laboral: no te despiden por recortes o cambios de jefes.
- Cobrarás un sueldo regular, con pagas extra y complementos.
- Podrás acceder a vacaciones, permisos y conciliación con garantías.
- Y además, tendrás posibilidad de ascender o cambiar de puesto dentro del sistema público.
Por eso opositar no es solo estudiar: es apostar por un futuro laboral más seguro, con derechos y sin la incertidumbre de contratos que van y vienen.
¿Cómo funciona una oposición en España?
Una oposición es un proceso en el que la administración pública selecciona a las personas más preparadas para ocupar determinadas plazas. Para ello, se publica una convocatoria con toda la información: número de plazas, requisitos, temario y cómo será el examen.
Dependiendo del tipo de oposición, el proceso puede tener una o dos fases principales:
Fase de oposición
Es la parte más común. Aquí es donde te enfrentas a uno o varios exámenes (normalmente tipo test) sobre el temario oficial. Puede incluir también pruebas prácticas, de informática, desarrollo de temas o supuestos prácticos.
En esta fase compites directamente con otros aspirantes. Solo aprueban quienes obtienen las mejores notas, hasta cubrir el número de plazas disponibles.
Fase de concurso (en algunas oposiciones)
En algunas convocatorias (sobre todo en sanidad, educación o convocatorias autonómicas/locales) también se valora la experiencia laboral, formación o méritos.
Esto se llama concurso-oposición. Primero haces el examen, y después se suman puntos por tu currículum si has pasado la nota mínima.
Tipos de pruebas más habituales
- Cuestionarios tipo test
- Supuestos prácticos (resolución de casos)
- Pruebas de informática u ofimática
- Exámenes orales (menos frecuentes, según la oposición)
- Ejercicios de desarrollo (redacción de un tema)
¿Te suena complicado? Tranquilo. Si eliges bien la oposición, el proceso puede ser mucho más sencillo de lo que parece. Aquí puedes ver una lista de oposiciones fáciles de aprobar si estás empezando.

Requisitos generales para opositar
Una de las grandes ventajas de opositar es que no necesitas una carrera universitaria para empezar. De hecho, muchas oposiciones piden solo la ESO o Bachillerato.
Estos son los requisitos básicos que suele pedir cualquier oposición (aunque pueden variar un poco según la convocatoria):
- Edad: Tener al menos 16 años y no haber alcanzado la edad de jubilación forzosa.
- Nacionalidad: Ser español o ciudadano de la Unión Europea. También pueden acceder personas extranjeras con residencia legal en algunos casos.
- Titulación: Tener la titulación mínima que se pide en cada oposición (ESO, Bachillerato, FP, Grado...).
- Capacidad funcional: No tener una enfermedad o limitación que impida desempeñar el puesto.
- Habilitación: No estar inhabilitado ni haber sido separado del servicio en ninguna administración pública.
Antes de presentarte, revisa siempre la convocatoria oficial de tu oposición para confirmar los requisitos concretos. Puedes ver ejemplos en nuestro listado de oposiciones disponibles.
¿Qué tipos de oposiciones existen?
En España existen muchísimas oposiciones, pero todas se pueden clasificar en distintos grupos según el nivel de estudios requerido, el tipo de administración o el cuerpo al que pertenezcas.
Por ejemplo:
- Por nivel de estudios: oposiciones de Grupo A (con carrera), Grupo B (técnicos) o Grupo C (ESO o Bachillerato).
- Por tipo de trabajo: administrativos, justicia, educación, policía, sanidad, etc.
- Por administración convocante: Estado, Comunidades Autónomas, ayuntamientos, universidades…
Si quieres ver todas las clasificaciones en detalle, te recomiendo leer esta guía completa:
📘 Tipos de oposiciones en España: Grupos, cuerpos y categorías
Listado de oposiciones a las que puedes aspirar
Una vez entiendes qué es opositar, la siguiente pregunta lógica es: ¿a qué oposiciones puedo presentarme?
La respuesta depende de tu nivel de estudios, tus intereses y en qué administración quieras trabajar. Pero para facilitarte la búsqueda, hemos preparado un listado completo con las oposiciones más conocidas en España.
Encontrarás opciones como:
- Auxiliar y Administrativo del Estado
- Policía Nacional y Policía Local
- Bomberos
- Correos
- Sanidad: celadores, auxiliares, enfermería…
- Justicia: tramitación, auxilio judicial, gestión
- Educación: maestros, profesores, etc.
Consulta aquí el listado completo y elige la oposición que más encaje contigo:
📋 Ver todas las oposiciones disponibles
¿Cuáles son las oposiciones más fáciles para empezar?
Si es tu primera vez y no sabes por dónde empezar, una buena idea es elegir una oposición asequible, con poco temario, pruebas tipo test y requisitos accesibles.
Las más recomendadas para comenzar son:
- Auxiliar Administrativo (del Estado o de tu ayuntamiento)
- Personal de Correos
- Celador en Sanidad
- Auxiliar de Justicia
Estas oposiciones suelen tener miles de plazas y exámenes razonables, sin desarrollo de temas ni entrevistas personales.
Si quieres ver una comparativa completa y saber cuál se adapta mejor a ti, entra en este artículo:
👉 Ver oposiciones fáciles de aprobar
¿Cuánto se tarda en preparar una oposición?
No hay una única respuesta. Todo depende del tipo de oposición, tu disponibilidad para estudiar y tu punto de partida. Pero para que te hagas una idea general:
- Oposiciones con temario corto (como Auxiliar Administrativo o Correos): entre 6 y 9 meses si estudias de forma constante.
- Oposiciones intermedias (como Administrativo del Estado o Justicia): entre 9 y 12 meses.
- Oposiciones más complejas (como Inspector de Hacienda, Judicatura, etc.): pueden tardarse 2 años o más.
La clave no es tanto el tiempo, sino la constancia. Si estudias todos los días un poco, con buena planificación y simulacros frecuentes, verás resultados más rápido de lo que imaginas.
Ventajas de opositar (y también sus retos)
Opositar no es fácil, pero tiene recompensas que merecen la pena. Aquí te dejo lo bueno… y también lo que hay que tener en cuenta antes de lanzarse:
✅ Ventajas de opositar
- Estabilidad laboral: una vez consigues plaza, el puesto es fijo para toda la vida.
- Sueldo garantizado: cobras cada mes, con pagas extra y subidas por antigüedad.
- Jornada regulada: horario estable, vacaciones y derechos laborales sólidos.
- Promoción interna: puedes subir de nivel desde dentro sin volver a opositar desde cero.
- Conciliación: más fácil compaginar trabajo y vida personal.
⚠️ Retos que debes conocer
- Esfuerzo sostenido: hay que estudiar a diario, incluso cuando no apetece.
- Incertidumbre: no sabes cuándo convocarán o si te dará tiempo a prepararte bien.
- Competencia: muchas oposiciones tienen miles de aspirantes por plaza.
¿La buena noticia? Con un plan de estudio realista, recursos bien elegidos y constancia, la plaza está al alcance de cualquiera. No necesitas ser el más listo, solo ser constante.
¿Cómo empezar a opositar desde cero?
Si nunca has opositado, tranquilo. Todos los que hoy tienen plaza empezaron igual que tú: sin saber nada y con mil dudas. Aquí van unos pasos básicos para empezar con buen pie:
- Elige bien la oposición: empieza por una que se adapte a tu nivel de estudios y al tiempo que puedes dedicarle. Si estás empezando, revisa estas oposiciones fáciles para comenzar.
- Infórmate sobre el proceso: busca la última convocatoria, lee los requisitos, mira qué temario necesitas y cómo es el examen.
- Consigue un temario actualizado: no pierdas el tiempo con apuntes antiguos o incompletos. Es clave tener el material correcto desde el principio.
- Haz un plan de estudio: aunque estudies 1 o 2 horas al día, lo importante es ser constante. Mejor poco cada día que mucho un día y nada el resto.
- Practica con tests: es la mejor forma de memorizar, acostumbrarte al examen y medir tu progreso. Puedes hacer miles de preguntas aquí: 👉 Accede a los tests gratuitos
Recuerda: lo difícil no es empezar, es mantenerse. Pero si lo haces con cabeza, puede ser la mejor decisión laboral de tu vida.
❓ Preguntas frecuentes sobre oposiciones
¿Qué significa “opositar” exactamente?
Opositar es estudiar para presentarte a un examen que te permite conseguir una plaza fija en la administración pública. Es un proceso selectivo competitivo: quien saca mejor nota, consigue la plaza.
¿Necesito una carrera universitaria para opositar?
No. Hay oposiciones para todos los niveles: con ESO, Bachillerato, FP o carrera. Puedes ver las más accesibles aquí.
¿Cuánto tiempo tengo que estudiar al día?
Lo ideal es al menos 1–2 horas al día si trabajas, o más si tienes tiempo libre. La clave es ser constante, no estudiar a lo loco.
¿Puedo trabajar mientras oposito?
Sí. Mucha gente oposita mientras trabaja. Solo necesitas una buena organización y una oposición con temario asumible.
¿Dónde encuentro los temarios?
En muchas webs especializadas o en librerías online. Asegúrate de que esté actualizado a la última convocatoria. También puedes encontrar test organizados por leyes aquí.
¿Hay edad máxima para opositar?
No. Solo necesitas tener al menos 16 años y no haber llegado a la edad de jubilación forzosa.
Conclusión: opositar es una oportunidad real
Si estás buscando un cambio, estabilidad o simplemente un futuro más seguro, opositar es una vía totalmente realista. No hace falta ser un genio ni estudiar 10 horas al día: solo necesitas organización, motivación y constancia.
Hoy más que nunca, hay oposiciones para todo el mundo: con o sin carrera, con tiempo libre o mientras trabajas. Y lo mejor es que no estarás solo. Hay miles de personas como tú que ya están en el camino.
Empieza poco a poco, infórmate bien, y da el primer paso. Tu plaza puede estar más cerca de lo que imaginas.
📌 Si quieres explorar todas las opciones disponibles, entra aquí: 👉 Ver todas las oposiciones